El País Vasco lleva años desarrollando políticas de vivienda que buscan disponer de un parque público de viviendas amplio y bien gestionado, además de favorecer el acceso a un hogar a los jóvenes. En la actualidad, el parque protegido en alquiler se acerca a las 22.000 viviendas, gestionadas a través de la empresa pública Alokabide.
Repasamos aquí otras políticas puestas en marcha por el ejecutivo autonómico.
Acuerdo con Sareb, la sociedad que gestiona los activos inmobiliarios de la banca rescatada, para comprarle pisos. Son solo nueve inmuebles, pero da un paso adicional a los convenios autonómicos con Sareb para ceder pisos en régimen de alquiler social.
Bizigune. El objetivo es movilizar las viviendas vacías en manos de particulares, que puede ascender a 30.000 inmuebles en toda la región. Su intención es ofrecer la gestión directa de los pisos a cambio de unas rentas que promedian los 600 euros al mes. Este plan ha sido reconocido por la plataforma de soluciones de vivienda Housing Solutions Platform como una de las 50 ideas más innovadoras de 2019.
Ayudas para la rehabilitación de viviendas, mejorando la accesibilidad y las condiciones de eficiencia energética y habitabilidad.
Gaztelagun. Con un presupuesto de 50 millones de euros, este programa concede ayudas de hasta el 60% del alquiler a menores de 36 años.
Para los cupos de solicitantes de vivienda pública se ha establecido un máximo del 40% de los pisos sean destinados a menores de 36 años, y otro 40% al resto de solicitantes que se atienen al derecho subjetivo a una vivienda, un 10% a personas con necesidades especiales y otro 10% restante al cupo general.
También pretende actuar en el mercado libre del alquiler pero por la vía de los incentivos, fomentado precios asequibles, que se tomarán como referencia de un índice del mercado del alquiler de publicación semestral. Los propietarios que apliquen estos precios podrán conseguir desgravaciones fiscales de hasta un 60% si el arrendamiento baja un 20% de las cifras públicas.