En estos últimos meses, nos hemos dado cuenta que nuestro hogar se ha convertido en nuestro refugio sagrado. Debido al confinamiento, se ha demostrado que la casa funciona como una extensión de nosotros mismos: su interior nos puede transmitir diversos sentimientos, desde la felicidad a la tristeza, aunque no lo sepamos. Por ello, hay que hacer una limpieza del hogar, para deshacernos de aquello que no importa y además conseguir ganar espacio, teniendo como objetivo final conseguir un hogar feliz. Desde GiFincas proponemos 6 ejemplos:
Herencias sin gusto
A veces, almacenamos inmuebles o artículos de familiares que no coinciden con nuestro gusto. No querer tener un mueble antiguo que no coincide con la decoración de la casa, no significa que no apreciemos a ese familiar. Si no encaja perfectamente, es mejor dejarlo fuera o incluso donarlo a quienes lo necesiten.
Piezas con connotación negativa
Recuerda que la finalidad es conseguir un hogar feliz. Si guardamos algún recuerdo, que nos traiga algún mensaje negativo, es mejor que se quede en el trastero. El hogar debe ser un lugar de paz y armonía, y nos debe aportar la felicidad suficiente y hacernos sentir cómodos.
Regalos que desentonan
Todos hemos recibido algún regalo que no nos ha convencido. Si realmente ese regalo te importa y no puedes deshacerte de el, ponlo en un lugar donde no te moleste. Y no, no puedes sentirte culpable si quieres mantenerlos encerrados en un cajón o armario.
Objetos sin arreglo
¿Quien no ha podido reparar algún objeto que se ha dañado? Es mejor aceptarlo y quitar aquellos objetos que no se puedan reparar. Puede que durante algún tiempo nos gustara y tuviera sentido, pero es mejor aceptarlo y retirarlo.
¿Demasiados espejos?
Son decorativos y dan un toque hipnótico al hogar, pero si eres una de esas personas que se analiza al extremo delante del espejo y lo hace además, de manera negativa, debes conservar solo lo esencial.
Proyectos iniciados, pero no terminados
Hace tiempo comenzaste con algún hobby nuevo que no pudo prosperar: tejer, pintar, tocar un instrumento o incluso a restaurar un mueble con consejos maravillosos que viste en Youtube. Todo se quedó en el camino y siempre estás topando con aquellas cosas que no conseguiste terminar. Si no hay pasión por estos pasatiempos u otros, es mejor aceptarlos y «dejarlos».
Fuente: Idealista
Fuente fotos: Pixabay