A pesar de estar cerrado al público, El castillo de Butrón continúa generando gran curiosidad.
El icónico Castillo de Butrón, erigido en el siglo XVI y renovado en 1878 con su actual apariencia, inicia un nuevo capítulo en su extensa historia. Tras una exhaustiva fase de preparación que incluyó análisis arqueológicos y estudios petrológicos, comienzan las labores de restauración para devolver la magnificencia a este imponente monumento, con el propósito de recuperar su esplendor mediante una rehabilitación que prioriza la mínima intervención para preservar su esencia.
Este proyecto de restauración, que se extenderá por aproximadamente dos años y medio, se llevará a cabo con un riguroso enfoque destinado a detener y revertir los procesos de deterioro, principalmente causados por la humedad y el agua, sin afectar la imagen histórica del castillo, tanto en su exterior como en su interior. El equipo, liderado por la arquitecta Verónica Quintanilla, ha evaluado que el estado de conservación del edificio es «relativamente bueno», aunque han identificado diversas patologías asociadas principalmente a la exposición a la lluvia.
El equipo especializado encargado del proyecto de restauración del Castillo de Butrón, que abarca una superficie de 2,400 metros cuadrados, está trabajando diligentemente para preservar y realzar la belleza, integridad estructural, documental e histórica de este emblemático monumento ubicado en Gatika (Bizkaia), entre San Juan de Gaztelugatxe y Bilbao.
Un castillo con recorrido en la historia
La historia del Castillo de Butrón es rica y fascinante. Originalmente construido por la familia Butrón y remodelado por Francisco de Cubas en 1879, el castillo ha cambiado de propietarios a lo largo de los siglos. En enero de 1989, después de 600 años en manos de la misma familia, la propiedad pasó a un matrimonio ruso con residencia en Barcelona. Su objetivo era convertirlo en un atractivo turístico, utilizándolo como centro de convenciones y restauración. Sin embargo, tras diez años de actividad, los propietarios finalizaron sus operaciones, dejando una deuda de dos millones de euros con la Seguridad Social.
A pesar de estar cerrado al público, el Castillo de Butrón, que evoca las famosas imágenes del Castillo de Neuschwanstein en Baviera y del icónico castillo del logotipo de Disneyland, continúa generando gran curiosidad. Numerosos turistas frecuentemente se acercan para contemplar la belleza de esta estructura, que en los años 80 capturó el interés de la Diputación de Bizkaia, aunque nunca se decidieron a adquirirlo.
Fuente: Eldiariovasco.com
